Buenos Aires

Fesal Chain

No he estado allí
pero no me importa,
si con el ciego de Palermo
lo fundamos míticamente
sentados en un piano
que daba al ventanal
bajo el susurro
de un bandoneón quebrado,
no he estado allí
pero no me importa
que yo me lo traje a casa
para siempre
a la oscuridad quieta de esta sala,
no he estado allí, en su alma de piedra
y no he restregado mis codos
en ninguna de sus mesas
que no preguntan
pero que más da,
nadie me está esperando
en Buenos Aires,
nadie me espera y todos,
qué le voy a hacer
qué,
si es este viejo amor que tiembla
bajo el susurro de mi infancia
mirando el suelo de madera
y sus astillas,
bandoneón.