Camino al mar


Fesal Chain

Camino al mar y desarticuladas gaviotas cual volantines quebrados se alimentan a dentelladas de cardúmenes saltantes cubriendo de alaridos la bahía y las costas sin blancos cachalotes bramando verticales. Camino al mar como un Ismael cándido, al interior de un vientre atiborrado de remolinos que lanzan al cielo basurales, resecas caracolas y delgadas piedras filosas. Camino al mar, al destino inmaterial, equidistando entre niebla y muralla, envolviendo susurros, ecos, árabes letanías inmersas en fragancias de jazmín, fingiendo ceguera y un total vagabundaje entre gatos curvados que rozan ese "cuerpo anguloso (...) y esa boca a medio hacer, de adolescente" (1). Camino al mar, palpando imaginario la figura-sombra cabizbaja, en cuclillas y enmarcada por una puerta oblicua que cae y cae. Camino al mar y soy mero reflejo entre las casas labradas por aquellos guerreros y gigantes que nos antecedieron. Camino al mar escarbando en el libro secreto "tu paso de tórtola que hiende los asfaltos ensangrentados de mi poesía" (2). Camino, camino, camino al mar descifrando con ternuras y labios la vida prometida que un éter difuso y húmedo me entrega en sobresaltos, y desde mi profundo instinto agazapado gruñe entonces mi garganta hinchada de amorosas crueldades y renovados olfatos y animales.

(1) De "Los Pasos Perdidos" de Alejo Carpentier
(2) De "Antología: Epopeya del Fuego" de Pablo de Rokha







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