El segundo laberinto
Fesal Chain
Entré al laberinto hace cincuenta y cuatro años
Entré al laberinto hace cincuenta y cuatro años
y resulta que acá ando, dando vueltas
desde que en La Pampa un viejo ciego me dijo
que no esperara que el rigor de mi camino
tuviese fin
pues es de hierro mi destino,
y así me encuentro con ustedes de vez en cuando
o de cuando en vez
con sus rostros como el mío
caras despavoridas o de risa
de éxtasis o agonía,
y los veo dando vueltas por el rigor del camino
que no tiene fin,
pues es de hierro vuestro destino.