Un amigo muy querido

Fesal Chain

Un amigo muy querido me dice
que en realidad ser intelectual
en Chile
es saber que serás pobre
saber que nadie te reconocerá
saber que debes vivir de cualquier cosa
menos de lo que haces
que además generarás ciertas envidias (eso lo digo yo)
entre los pocos que sí te reconocen,
justamente para criticar tu postura impostura
tu vida
tu corte de pelo
tu ropa
tu voz
tu risa en fin,
que hay que aceptar (aún cuando no te acostumbres
ese es el infierno doméstico)
que no te publique nadie
que a lo sumo te lean algunos
en artículos de la red
que entonces podrás tener (esto también lo digo yo)
un claque, algunos seguidores y seguidoras
que por lo demás no buscas
que entiendas
que (nuevamente)
andarás al tres y al cuatro
que caminarás como vendedor viajero
como palestino errante
como perro con pulgas
como gato tuerto y que (redoble de tambores)
morirás
un día de estos
una noche de estas,
nunca demasiado recordado
y rápidamente olvidado
hasta que un tipo o tipa
(si es que tienes suerte)
le de por editarte
post mortem
y hacerte homenajes
en salas oscuras o en bares
y te vuelvas moda
entre los jóvenes estudiantes
y las muchachas locas como los pájaros
(esa última frase es de Dylan Thomas)
adiós.