Déjame decirte


Fesal Chain

Déjame decirte esto
a ti que estás ahí encerrado en tu casa
que llevas mucho tiempo
entre las paredes de tu pequeña casa
que se te acabó hasta la tierra
de los maceteros
o las manos en los bolsillos
o las caderas en la cama
o los hijos en el aire
o la mujer desnudándose
o la comida y la luz o el agua
o el blanco de tus ojos
y la garganta
y el oxígeno de tus pulmones.

Que ya no tienes ni cigarros
ni cartas que leer
ni libros que despedazar
ni fósforos que encender
o que quizás ya no tienes ni escritorio
ni sillas
déjame decirte que eres más
mucho más
muchísimo más
que un pluricelular
o tu sistema nervioso central
o tus ideas
o tus preferencias
o tus orígenes de clase
o tu color de piel
sí, mucho más que tu color
que tus juicios y prejuicios
que tu lengua amoratada
que tu dios y tus demonios
que eres mucho más que un viaje
o dos o tres viajes
por la cintura del mundo.

Déjame decirte que eres la luz de un ciruelo
que atraviesa su follaje
o una mosca que vuela entre la carne y la fruta
que más bien eres el vuelo y no la mosca
que más bien eres la sombra de la luz
para que se vea esa luz
que eres el filamento de la hoja que la sostiene.

O que tan solo eres una columna vertebral
sin pies
ni cabeza
que flota a través
o eres tu nostalgia
de una noche de sudor y eyaculaciones
o que no eres nada de esto ni de aquello
sino un mero puente colgante
que sostiene la sombra sobre el río
o eres el río que observa un pájaro
y cruza su pupila con esa sombra
que atraviesa el puente.

O eres alguien solo alguien
en búsqueda frenética
de aquello que no has palpado jamás
y que no te ha rozado siquiera.

O quizás eres solo un paisaje
el paisaje por donde la vida
camina hacia la muerte.



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