Poema del ayer

Miraba todo el barrio Matta
completo
desde una ventana de 10
por 2
un ventanal sobre los techos
de una casa vieja
en el barrio Matta.
De mes en cuando
con la más chiquitita de todas
con mi niña
salía a los techos y ella 
al ver el inmenso cóncavo azul 
y el calor revoloteando
se llevaba las manos a la boca
con sorpresa.
Pintaba  al óleo
unas también chiquititas
postales de los techos
de esas casas
y del abuelo
encorvado
en las alturas
poniéndole
tapa goteras
al antiguo latón.
Y escuchaba a Redolés
fuerte en una vieja radio AIWA
con toca casét.
Bello Barrio
Bello
mientras escribía en una máquina eléctrica
Underwood
que era moderna
porque tenía visor
y vomitaba todo el visor
sobre la hoja blanca
cuando uno le ponía enter.
Así era el pasado
con Redolés
y mi hija
tan pequeña
corriendo por la madera y el zinc,
eran los tiempos de lo que vendría
y de lo que vendrá
eran los tiempos
de la muerte
y la maravilla
eran los tiempos del amor
llenos de dientes
y de las futuras
lágrimas lascerantes.



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