La historia de un joven


Fesal Chain

Les voy a contar una historia de un joven que cayó al infierno: Nació bello, nació sensible, nació con una risa y una lágrima y su madre lo acariciaba riéndose y su padre lo abrazaba y lo subía al techo como un avión. Pero sin quererlo él ni nadie, fuerzas muy oscuras lo atacaban, lo visitaban de cuando en vez y más que de cuando en vez; le susurraban: no debes amar, debes vengarte de cada herida infringida en tu carne rosada. Y así lo hizo y poderoso se creyó, hasta que una tarde en la cocina el ruido de una pequeña cuchara en el suelo sonó como un rayo atronador, y ningún humano ni animal se veía ni el niño ni la amada, sino la sombra. Y el mundo que construyó lo atacó aún con más dolor del que él había creado. Pero no era sino enseñanza: así supo que debía pasar por todo aquello en su carne ya no rosada, para saber lo que otros siempre sufren, lo que los pobres en encierro eterno y en barro y fetidez sufren, lo que los presos de su propia consciencia sufren, lo que la mujer ninguneada y vista como cosa y el niño sin juguetes sufren. Ahora tiene alas y comprende: no hay ángeles que no hayan caído y no hay caídos que no puedan ser ángeles, y que para vivir en otros largamente y amarlos, hay que alguna vez sufrir y morir como otros mueren y sufren día a día. Con una risa y una lágrima.


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