No me había enterado de la muerte de Ginsberg


Fesal Chain

De verdad no me había enterado
de la muerte de Allen Ginsberg,
quizás porque por allá por el año 1997
yo andaba de caballero
obligatorio por la vida
ustedes saben
una vida
ordenada
la auto impuesta camisa de fuerza
de la familia
la mujer
el niño al jardín
una vida relativamente tranquila
con trabajo como funcionario
público y esas cosas
que nada tienen de malo
por supuesto
pero cuando uno anda relativamente
ordenado
no se entera de la muerte
de personas como Ginsberg
de hecho hoy pensé que estaba vivo
y comencé a buscar en qué andaría
qué estaría haciendo
qué habría escrito en este último tiempo,
pero me metí en un sitio de Kerouac
y me enteré por una biografía rasca
que Ginsberg había muerto
hace ya 16 años
todavía me acuerdo
cuando leíamos Oh Maestro
en la pieza de madera
de nuestro Dean Moriarty
con su mujer y la mía
aún no existía eso
de la marihuana prensada
ni el ron cubano
sino el pisco chileno
o el vino blanco en botellas de 3 litros
con mango y todo
y unas ramas largas
secándose en el closet
y la ducha de nuestro Moriarty
era eléctrica y a alcohol
una verdadera trampa mortal
así que mejor era bañarse
con agua helada
lo que no se los encargo
en el invierno de Santiago de 1986
en un viejo baño de linóleo
de una casa de dos pisos
que ya no existe
en la calle Loreto
así terminada la noche
de lecturas reales y vidas reales
no como ahora
en que cada pendejo cree
que porque lee a Bukowsky
es un marginal o qué se yo
un puto héroe anarquista
o un escritor que sufre
como les digo
así terminada la noche
y llegada la madrugada
después de la ducha fría entre cuatro
para ahorrar agua
y para pasarlo harto mejor
de lo que lo han pasado ustedes
en su supuesta marcha caótica
rebeldes de pacotilla
así terminada la noche
un café de grano
otro y otro más
cigarros sin filtro
baratos
gracias al dios contrabando
un beso a la mujer del gato
transparente ella
como dama de la corte
otro a mi mujer
que seguramente ya no es la niña
de ayer sino la burguesita de hoy
y otro a nuestro Dean
que dicen que murió atropellado por un camión
en la Panamericana
cuestión que pongo en duda
pues lo vi caminando
por Morandé hace unos 5 años
rezando un mantra
bueno después de los besos
en cueros y con el libro de Lira en la mano
los bluyines,
una polera
un chaleco
los bototos
y a la calle
a resistir
contra la dictadura
y no precisamente con una rosa
o con un ruego al cielo
como los izquierdistas
de la mente
que plagan como plagas
las páginas de Chile
arrepentidos
de lo que nunca hicieron,
incapaces de recordar como yo
mi pequeño
y verdadero
On the Road.


Entradas populares