Rabo de Nube

Rabo de Nube, María José Castaño

Fesal Chain

En 1980 yo tenía 15 años, y conocí Rabo de Nube de Silvio. Por esos días mi cuerpo era un torbellino, si me caía, saltaba como un resorte hacia el cielo prometido, sólo tenía que andar y andar, levantando el recinto del pan y la verdad. Ahora recuerdo, sí, por esos días conocí a Pedro Mardones, por esos días pedía deseos en secreto, un barredor de tristezas, un aguacero en venganza contra la barbarie (aunque hoy suene a lugar común), por esos días Allende se me apareció en una portada en blanco y negro, y el bueno y grandote Ricardo García me conversaba desde un mostrador, regalándome un libro de Los Beatles, un cassette de Víctor y la voz del presidente muerto. Así mi mochila llevaba su eco a todas partes, como infantil resistencia y una revista con canciones con rayos como soles. Mis zapatos eran la caminata de tres hermanos y yo era el cuarto, que miraba mejor, un chico listo, claro, porque traería un día más feliz para todos, con leños, con meses, sin tempestades, sí mucho más feliz que la sangre tan lejana y tan cercana, tan real y tan fantasma. Mis 15 años, he vivido más de tres veces 15 años, y aún imagino llevarte flores o tus libros, aún creo que soy de la calle de ustedes y que después de la secreta muerte, pasaré siempre como la voz más elemental de los colegios, con mi amor maltrecho y cojo, en hojas impresas por donde me mirarán mañana, y al día siguiente además, pues ustedes han sido mi último sueño, serán mi más roja flama, y yo, esa vela que quise ser siempre, inflamada en vientos de esperanza...