Padre Mío



Padre, que estás
a kilómetros de distancia,
reafirmado sea tu nombre
en el mío
y mi nombre en tu sangre;
venga a mi tu mundo
como mi materia ablanda tu coraza;
hágase tu voluntad y la mía
en esta tierra desierta.

Démosnos siempre Padre
nuestro pan de cada día
y repartamos
lo poco o lo demasiado
entre los que amamos
en esta tierra deshabitada.

Te perdono tus ofensas Padre,
como también tú perdonaste
mis bravatas y caídas,
no dejemos
que nuestros cuerpos añosos
caigan en la tentación
del egoísmo o del olvido del otro.

Afirma hoy tu cabeza en mi hombro
Padre amado
como yo lo hice en el pasado sobre el tuyo,
sigamos esta marcha cansada juntos
aunque sea a kilómetros de distancia,
para librarnos
del mal y de todo dolor
que nos regala
esta tierra baldía .

Así sea.

Entradas populares