Ideas, silencio y paradigma

Fesal Chain


24 de octubre de 1964 «Año de la Economía»
Co. Charles Bettelheim Director,
Ecole des Hautes Etudes Sorbonne et 54 Rue de Varenne Paris 7°

Estimado compañero:
Recibí su carta y le envío por correo aparte las revistas que me solicitó. Me agradaría mucho poder discutir con usted «una vez más sobre nuestras divergencias». Un poco más avanzado que el caos, tal vez en el primero o segundo día de la creación, tengo un mundo de ideas que chocan, se entrecruzan y, a veces, se organizan. Me gustaría agregarlas a nuestro mutuo material polémico.

Esperando su venida, se despide de usted revolucionariamente,
«Patria o Muerte. Venceremos»
Comandante Ernesto Che Guevara


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Eso es. Cuando las ideas que chocan una y otra vez, ocupan tu cuerpo y forman en su dinámica y velocidad, una especie de crema batida en licuadora, que desborda todo el recipiente, pero no se derrama, llega el silencio, llega la meditación profunda, aquella que contiene todo concepto de la imagen, toda palabra, toda velocidad y que entonces anula todo orden, toda jerarquía, toda descripción y explicación que se repita.

El ruido insoportable, en in crecendo, se hace uno solo y entonces se convierte en su contrario. En ausencia de sonido, en ausencia de lenguaje, en ausencia de color y de la música, todo es ausencia, todo es nada. Todo tu ser envuelto en la nada y al mismo tiempo como una sola expresión, toda la nada inoculando el ser completo. Y entonces la linea vertical que cruza tu figura y que ordena tus sintagmas, que conforman la estructura, ambos desaparecen. Ya no hay plomo ni ladrillos. No hay ordenamiento posible, se licua también todo el cuerpo a partir de la ausencia de la idea, que no es sino el cuerpo atiborrado de las mismas, que chocan, se entrecruzan y, a veces, pocas, pocas veces, se organizan.

No hay identidad posible, no hay obra ordenando caminatas, es la ausencia completa, pero no el dejar de ser, es la unidad completa, uno, pero no la muerte, es la nada completa, pero no la ausencia. No es siquiera el sueño o el dormitar en casa ajena, sin paredes que crujan, no es la ajenidad, o el abandono de ti mismo, sino su contrario, la existencia colmada, llena de substancia que no es el agua que corre, que no es la solidificación que te detiene, que no es el gas volátil disparado hacia la atmósfera, sino una espesura cremosa, que te sostiene sin el esqueleto y sin la carne.

Pero de esa existencia como magma, como brea de techos calientes derritiéndose, surge la intuición maravillosa, la que hace nacer y que descubre, ese cierto destello y chispazo más que eléctrico, que rearma tu preconciencia y al mundo desgarrándose, ya no con antecedentes, ni decretos, ni viejas formaciones calcáreas y rocosas, sino con aquello que proviene de lo nuevo, de lo nuevo en su cualidad completa, pero que viene de antiguos tiempos y epopeyas.

El silencio ha hecho su trabajo. Las ideas multiplicadas se vuelven unidad flexible y blanda, como plasticina en manos de niños jugueteando, en una mesa cóncava o convexa.


Cual es el nuevo paradigma?
Cual es el motor de tu existencia?
Cual es la propuesta que te sana?
Cual es la marcha edificada y sin contornos?
Cual es la maravilla que siempre ha estado a tus espaldas?

Lo sepas o no, toma tu mano
y endereza el índice hacia ese papel sin las palabras
toma tu mano y conviértela en estrella
ya no de mar, desde donde has venido hace milenios
ya no de carbón, ni de luz, ni de misterios
mano de plasticina de colores
mano de melodía, ritmo
y de 21 tonos en la nueva escala planetaria,
mano de espejos sobre espejos
mano sin causas ni efectos
mano sin la lógica implacable
manos de nuevas imágenes fundantes
mano de lenguaje irreproducible en esta hoja
y en el espíritu de una época trágica
y caóticamente disgregada
mano ala, mano ojo,
mano garganta sin arena
mano explosión
y novísima materia
de toda la nada
acumulada.


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