7 Proposiciones ochenteras


x Fesal Chain

1
Por la tarde Jécar se reía sarcástico en el café Santos, a mí no me gustaba su risa, ni su actitud sobre lo que hablábamos, se lo dije, tú te ríes demasiado, me pareces arrogante. Y pensar que hoy, yo, el que ha dejado de reír, necesito imperiosamente volver a escuchar sus acertijos y mirar su mirada insatisfecha, sobre nosotros mismos y sobre el mundo...

2
La maleta en el entretecho, y en el cielo trac trac trac, el helicóptero sube y baja mira el muy panóptico la pieza del amor, sacar lo que había que sacar, quemar lo que había que quemar, comer lo que había que comer, trasladar lo que había que viajar, temblar lo que había que temblar, sudar y rezar aunque dios ya no estaba con nosotros hace mucho tiempo...

3
La asamblea era una humareda y un embrollo de voces y de sudor, como si fuese 6 de Noviembre en San Petersburgo, Jécar miraba, se reía, siempre se reía, daba la sensación de cinismo, de suficiencia, y yo vuelta al ataque, oye turco, siempre estás como mirando desde la distancia, por sobre el hombro (así era al interior) ... Me lanzó una frase directa, sin preámbulos: Es que perdemos el tiempo y no lo sabemos...

4
Eran las 7 de la tarde de un día invernal, los afiches debían ser repartidos a todo el país, en la imprenta una patada en la puerta, un conchetumadre son ellos, así que a correr, traspasar el umbral, saltar la tapia, caer al patio negro de gatos y de caca, no respirar, pasar la noche ateridos, hasta que se fueran...

5
"Olores hasta morir", siempre soledad, lejanías, "4" a pesar del perfume, saben a ti siempre, querido Jécar. Inmersos, apasionados, presentes... siempre... pero estando sin estar querido mío. Estás no estando... estás no estando ... estás no estando.... querido mío." (Texto de Agueda Saez, su compañera)

6
Nostalgia de párpados cerrados, de abrazos bajo la humareda de algún tren, cuando eramos capaces de no hacer tantas cuentas y lanzarnos a la vida machacando el sueño prometido. Donde están aquellos que nos despertarán del letargo y el egoísmo, dónde están...

7
Seis de la madrugada del 5 de septiembre de 1989,
cuando un llamado telefónico me avisó del asesinato de Jecar,

Andrea soñolienta, Fernanda en su vientre:
"Los Pájaros de Arcilla" de Congreso
aullando en mis oídos
palpitantes
en vez de pájaros reales
en vez de aromas
de flores dulces explotando:

"La vestimenta ósea de la calle
Se llenará de pájaros de arcilla
Quien corre y hacia donde, esta mañana
Quien cambiará el brocal de un cielo inmenso

Metálicas palabras, versos muertos
Levantan los andamios limpian cauces
Quien corre y hacia donde esta mañana
Quien cambiará el brocal del cielo inmenso

Y allá en las altas copas florecidas
Vuelvo a escuchar tu canto hermano mío
Y allá en las altas copas florecidas
Vuelvo a escuchar tu canto hermano mío
Y allá en las altas copas florecidas
Vuelvo a escuchar tu canto hermano mío."

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