Soy cuerpo
Fesal Chain
Tomo el colectivo cerro abajo
hablo con el chofer
pero siento mi lengua como una serpiente
que trata de salir de su jaula de muelas y encías,
bajo a comprar cigarros y entre mis labios rojos apretados
succionando como un niño dejo entrar el humo
hacia la cavidad torácica
sabiendo que las membranas se llenan de hollín
y de negro brebaje
hasta que mi garganta carraspea irritada,
pero también tomo café como endemoniado
haciendo pasar el líquido caliente y negro
hacia mis intestinos delgado y grueso,
y siento mi sangre envenenada y limpia
y mi saliva clara o amarilla
y mi orina cristalina o espumosa,
y me siento carne y grasa, musculatura y caminata
tal cual me he creado, recreado y destruido,
y nada me hermana a lo natural ni hoy ni mañana
ni a lo sobrenatural o a la magia
o a la quimera o a la maya, nada,
y no soy volantín ni bandera
ni mural ni callejuela
ni ave ni durazno
ni rama ni hoja,
y me descuerpo en el deterioro
o me cuerpo con mis propias fuerzas adheridas
agarradas, asidas a una herramienta cualquiera,
pues no soy sino una maquina
que en su ejercicio se hace aun más máquina,
así empuño un chuzo o una pala
un rastrillo o una reja caída al sol
que me derrite la mano,
me la llaga
me la enfurece
me la endiabla
mientras mi baba sube
a borbotones y surca el cielo estallando
y mi transpiración viaja horizontal como un haz de luz
hacia el mar embravecido.
Tomo el colectivo cerro abajo
hablo con el chofer
pero siento mi lengua como una serpiente
que trata de salir de su jaula de muelas y encías,
bajo a comprar cigarros y entre mis labios rojos apretados
succionando como un niño dejo entrar el humo
hacia la cavidad torácica
sabiendo que las membranas se llenan de hollín
y de negro brebaje
hasta que mi garganta carraspea irritada,
pero también tomo café como endemoniado
haciendo pasar el líquido caliente y negro
hacia mis intestinos delgado y grueso,
y siento mi sangre envenenada y limpia
y mi saliva clara o amarilla
y mi orina cristalina o espumosa,
y me siento carne y grasa, musculatura y caminata
tal cual me he creado, recreado y destruido,
y nada me hermana a lo natural ni hoy ni mañana
ni a lo sobrenatural o a la magia
o a la quimera o a la maya, nada,
y no soy volantín ni bandera
ni mural ni callejuela
ni ave ni durazno
ni rama ni hoja,
y me descuerpo en el deterioro
o me cuerpo con mis propias fuerzas adheridas
agarradas, asidas a una herramienta cualquiera,
pues no soy sino una maquina
que en su ejercicio se hace aun más máquina,
así empuño un chuzo o una pala
un rastrillo o una reja caída al sol
que me derrite la mano,
me la llaga
me la enfurece
me la endiabla
mientras mi baba sube
a borbotones y surca el cielo estallando
y mi transpiración viaja horizontal como un haz de luz
hacia el mar embravecido.