Los techos de mi vida
En los techos de mi vida
oxidados de mar
se presentan los meses
como un continuo
en velocidad
sin detenerse jamás
como una película italiana
de los '60 o '70
frente a los ojos del único habitante,
en las butacas
de mi vida
aparece mi abuelo
peinado para atrás
engominado
burlón
fumando mis propios cigarros
interminables cajetillas
aspirando de boca elegante
sin detenerse jamás
el humo azul
de los techos de mi vida
que van a dar al mar
y a tu pelo desgreñado
en la cama de los dos
en la sudorosa cama de este puerto.
