El Mundo y yo


Fesal Chain

Para estar des-ilusionado hay que haber estado ilusionado alguna vez. Y si bien soy apasionado nunca he vivido de ilusiones, me gusta confrontar mi entorno, observarlo, claro si consideramos a Francisco Varela, uno reconoce de todo un entorno sólo aquello que requiere, es lo que él denomina "excedente de significado ", es decir uno busca lo que le permite efectivamente ser uno y que está determinado en y por uno mismo, por sus características propias llamémoslo así.

Entonces sí he buscado y mucho, he pasado por ciertas creencias, ideologías, visiones de mundo y me he dado cuenta que para mí no fueron sino herramientas que me han permitido completar o acoplar mi identidad y significado con el mundo elegido, y digo acoplar, porque yo elegí esas herramientas por mis propias características, porque yo tenía algo de esas miradas también. Por eso nunca me he desilusionado de nada, uno no se desilusiona de herramientas (de un martillo por ejemplo, a lo sumo puede encontrarlo de mala calidad o en el más sincero de los casos, que simplemente no es adecuado para atornillar, por ejemplo) y porque además y sobretodo no me he desilusionado de mí mismo. Eso sí que he criticado algunas miradas herramientas, porque entre otras cosas nos llevan a mundos no tan bellos como ellas mismas dicen, o lo que es lo mismo, pueden gatillar lo peor de uno, que también esta en uno (como de antemano). Por lo mismo me he auto criticado porque en realidad no soy un ángel, entonces si no lo soy y también soy un demonio, debo aplacar el demonio, mirarlo al blanco de sus ojos para poder hacer la belleza.

¿Por qué esta reflexión?, bien, simplemente porque hoy re-conozco al mundo casi sin las herramientas que me sirvieron en el pasado y casi sin herramientas nuevas y desde esta mirada el mundo no me parece ni bueno ni malo, sino más bien soez, chocante en su inmediatez y en su exposición, casi pornográfico (en el sentido de que no es completamente real, sino demasiado expuesto) y frío, como dijo metafóricamente Bourdieu, como el orgasmo es soez, sí, es placentero obviamente, quien podría negarlo , pero es a su vez la erupción e irrupción animal y humana que muestra el cuerpo en toda su dignidad e indignidad, en su amor pero también en su carne y carente de todo pudor y misterio, por decirlo de algún modo. Así me parece el mundo.

Bueno, ¿y por qué esto? Sólo para decirles que escribo porque creo íntimamente, sobretodo íntimamente, que mis reflexiones productos de mi experiencia, pueden servirles de algo. No mostrarles un camino o algo parecido eso es soberbia me parece, sino mostrarles que vivir en el mundo es también a la vez que conformarlo (transformarlo le dicen algunos) comprenderlo en su desnudez, des adjetivarlo de modo paulatino, y aunque en mi definición de él aparecen adjetivos o los son en el lenguaje, no apuntan a ello sino como metáforas, para mostrarlo como una completitud (un todo óptimo) que siempre nos va a dar destellos muy potentes, como cuando vemos la luz al nacer, o al salir de un túnel.



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