ESTE PAÍS

Fesal Chain

"En el largo plazo, lo que la gente quiere es un orden público, organización estatal, que las cosas funcionen y me permitan hacer bien mi trabajo. No me gusta este casi superyoico terror de ser un ciudadano activo, que participa todo el tiempo. No funciona de ese modo".
Slavoj Zizek


Chile está en una crisis sin retorno, y no es política sino cultural, la cultura del "tonto pillo", de capitán a paje, del mediocre dominante que quiere imponer sus condiciones: Empresarios que se coluden y no creen en el mercado realmente sino en las tasas de sobre explotación y sobre ganancia. Partidos Políticos y militantes corruptos e ignorantes, meros funcionarios burocráticos o pertenecientes a castas, que creen que pueden exigir e imponer a sus bases sin dar el ejemplo o ser buenos en lo suyo. Escuelas y Liceos que desean evaluar a los que enseñan, pero que toleran el matonaje y agresiones de los alumnos a profesores. Universidades Estatales y Particulares de bajísimo nivel que empoderan como evaluadores de maestros a estudiantes mediocres, que ni siquiera leen, o que cuando leen no entienden lo que leen, y que están más preocupados de evaluar que de aprender. El Poder Estatal que tampoco cumple con sus compromisos programáticos e incluso con la administración básica del estado o con funciones y fechas comprometidas. Trabajadores Públicos y Privados que quieren hacer el menor esfuerzo y obtener los mayores beneficios. Personas que pierden el sentido común y que no cumplen con la palabra empeñada y desean imponer sus conveniencias particulares sobre el otro, creyendo que debe ser el modo de vivir de todos. Y frente a ellos, como rehenes, los pocos ciudadanos y ciudadanas, trabajadores, técnicos, emprendedores y profesionales, formados en la meritocracia, en el humanismo laico y religioso, en los valores de lo social y comunitario, marginados del poder de decisión y sin la libertad para emplazar sus propios proyectos en un ambiente sano, o al menos sin ser pisoteados por esta intolerable dictadura del egoísmo y la soberbia en la medianía.


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