Recordando

Fesal Chain

Recordando, veo a Pepe Donoso tirado en el pasto, así como cuando uno está conversando con alguien, no sé si con Lafourcade o Rosasco, quizás Guillermo Blanco, mordiendo un tallo, mirando hacia el río Mapocho desde el Forestal, medio miope, entonces uno pasaba a comprar sus libros en una mesa que también estaba sobre el pasto, era de las primeras Ferias, en dictadura aún. Uno, como digo, pasaba caminando así como quien ve ropa, lo veía a él y si quería comprar le pedía al mismo Donoso los libros y de yapa te los firmaba. Así fue que le robé varios mientras él miraba el río o conversaba, y luego me iba a mi pieza que arrendaba al pintor Montecino, bien cerca de allí, y en uno de esos periplos de ida y vuelta, de robo y compra, llegaba a veces Pedro Lemebel, en ese entonces Mardones, y yo le mostraba los libros, ponía arriba de la cama que estaba en el suelo en un grupo los comprados, qué se yo, Miller, Burroughs, Jarry, y en otro los robados, El Obsceno pájaro de la noche, Coronación, Este Domingo , y Pedro se reía como se dice, a mandíbula batiente, este Fesal decía, o este Chico, robándole a Donoso, decía.


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