Nada que descubrir


Fesal Chain

No hay nada que descubrir en mí
todo siempre ha estado inundado
siempre desde aquel año en que viajé
del sur al centro
pero ya mucho antes (no hay territorio mítico),
todo inundado desde aquella escuela de madera
cayéndose sobre sí misma
desde ese enorme edificio lleno de curas murciélago
cri-cri-cri como señoronas de negro,
desde ese departamento enano
donde miraba la sala vidriada de automóviles
escuchando tiros y más tiros,
desde ese barrio plagado de milicos,
dinos, ceneís, niños morisqueta e hiper sexuados,
desde los cerros contigo y tu cruz al pecho
desde las poblaciones sin perros
desde esa esquina de la botella incendiaria,
desde el departamento que daba a las putas y sin ti
desde el templo y tu cintura
y el auto llevando la clandestina mirada,
desde tu caminata escalera abajo y tu padre en exilio,
desde tu ojo mágico y tu cámara oculta
frente a tanta voracidad y vómito enemigo,
desde ti y mi sueño que no nos llegó nunca
desde tus hijos esperando al padre que no era
desde ti amasando un futuro craquelado cayéndose a pedazos,
desde mí guerrero sin armadura ni caballo
desde mí con una palabra rota entre el fascismo de las almas,
nada que descubrir sino un cuerpo que no suma ni resta
un cuerpo que no va ni viene
que no retrocede ni llega
nada
nada que descubrir,
ustedes sangre mía acaso en la distancia
de algunos días y noches
nada que decir sólo que todo
siempre ha estado inundado
lluvia en el pecho y en los huesos,
como el gañán
como el ladrón
como el asaltante de caminos
o el hombre en un patio amurallado,
nada nada que descubrir.


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