Junto a la danza de las libélulas


Diles bribón

Que mientras tu en festines (…)
Pensativo, febril grave
Mi pan rebano en solitaria mesa
José Martí



Cuando veo
A la mujer
Con su sonrisa débil
En la sala repleta
De almas y materia
Cuando veo a aquel hombre
Que desea ordenar
Su vida, rehacer su vida
Que el número progrese
A los ancianos pequeños
A la Medusa y un ojo mágico
Que ríe sobre mi frente
Al carismático y al evidente
Buen hombre
Cuando alzo mi cabeza al azulísimo cielo
Y a la voz que viene
Graznando del Cernícalo fiero
Junto al viento
Del estrecho pasaje y su música
Abandonado a la bárbara ciudad
Cuando me veo
Enfrentándome a mí mismo
A mis reflejos en el suelo
A mis sombras y breves destellos
Vuelvo al niño que fui
Vuelvo a la provincia eterna buena
A las enormes rojinegras flameando
En la anchura de la morena piel
A los hermanos antiguos brillantes
Y a mi timidez escondida entre las voces
Y entonces callado en la sala repleta
Mirando al Santo de la pobreza
Y a todas las almas a rabiar
Retorno una y otra vez sin desearlo
Al tiempo de mis ojos redondos
Que como polcas de piedra
Miraban deseosos al pueblo
Caminar y caminar entre temporales
Y vuelvo, vuelvo, revuelvo
A esa Belleza que quiero olvidar
Que me llama y me viene a buscar
Y que me hace soñar…(1)



(1) De Mecánica Popular, La danza de las libélulas

Entradas populares