Todo mi Sur (poemas)


Niño de Neltume

Y la piedra que corriste
de un zapatazo
gira en esta tierra
negra en su periplo
cuando tus ojos
taladran lo microscópico
ven los detalles
la maldad en ciernes
que ningún grande ve
cuando la lluvia
acompaña tus bototos
y te refugias en las zarzamoras
llenándote de oscuridad y de lila
temblando en los puentes colgantes
que se mecen
sobre la hendidura del mundo.

Todo mi Sur

Por el ventanal alargado
Todo mi sur
Golpeado por el granizo
Pequeñas esferas blancas
Que se manchan de barro
En el patio, sobre el limón,
sobre la huerta
Mi madrina en la cocina a leña
Rellenando zapallos,
Hojas de parra
Horneando el cordero
Con su silbido al respirar,
Sentada junto al mate
(Me acuerdo cuando echábamos
Cáscaras de pomelo a la chimenea
Y chisporroteaban como guatapiques
En año nuevo, mientras
Los hombres jugaban a las cartas)
Mi padrino, fuma, tose y camina
A lo largo del mesón
Se afirma en él, estira las telas
Y las recoge con sus manos enormes.
Sur, tiempo ido
No sabíamos que en él también vivía el malo
No sabíamos que cortaría músculos
Carne, huesos y enterraría
En la tierra mojada a los campesino vivos
En la fiesta de sangre y lágrimas
En la selva de nalcas y de monjas.
Sur, tiempo ido
Nuestra casa arriba del camión y los cuerpos
Flotando en la desembocadura del río
Apretados bajo los puentes
Y los soldados paseando sus tanques
Apuntando a los vecinos
Que ya no volverían más
Sur, a veces tan quieto
De comida con hormigas
De televisión en blanco y negro
Y jóvenes bailando en plazas
Con sus sonrisas ingenuas
Sur, de cordilleras negras
Minerales, llenas de musgos
Y saltos de agua
Sur de berridos de chivo
Presintiendo la muerte
De largo cuchillo
Y del perro lobo encerrado
En una jaula de madera
Sur del silencio de las noches
Y del humo en arreboles
Sur mi sur
Golpeado por el granizo
Pequeñas esferas blancas
Que se manchan de barro
En el patio, sobre el limón,
Sobre la huerta

Villarrica

Caminaré viejo por Villarrica,
y saldrán los paisanos muertos
a las puertas de los negocios
a saludarme como si fuese el joven rebelde
o el niño tímido escondido tras su risa,
caminaré por Gerónimo de Alderete
y ahí estará mi padrino fumando su tiempo
tras el mesón
y mi tía tomando bocanadas de aire
para no morir
o mis primos
corriendo y empujándose
con quilas y aperos
con murtillas y dedos morados de maqui,
las revistas nuevamente abarrotarán
los kioscos de madera húmeda
colgarán el Mampato o el El Pingüino
y el anciano León me observará jugando
desde la portada del Monitor,
caminaré con canas y los muertos
me abrazarán como ayer
mientras los tíos lejanos
jugarán telefunken en la cocina tibia
y el chico Celso arriba de las mesas
hará fintas como un viejo boxeador de barrio
frente al tío Isa de terno y largo
cual enterrador de películas mudas,
sí, caminaré por la vieja Villarrica
y el Gitano y el Cuatro Plumas
me mirarán de reojo
sentados con la cabeza gacha
volveré al lago
a tirar piedras planas que rebotarán
una y otra vez
sobre el agua espejo
o despertaré temprano
a leer Archi o el Super Ratón,
y entonces mi madrina
aparecerá bajo el dintel de la puerta
con el pan tibio y leche de gruesa nata
para decirme que está lloviendo
que para qué me voy a levantar hoy

Volveré

Me iré
volveré a las cascadas
de hilo platinado
de las cordilleras
volveré al rio
al lago manifiesto de la ira
de volcanes acechando
me iré
a recorrer los muertos
a recorrer las almas
del mesón de mis paisanos
volveré al cementerio
a jugar telefunken
o a tomar mate amargo
me iré a al hueco dulce
de tu pecho
a tus caderas
a tus labios estrujando el agua
de las hojas
volveré a ustedes
y querrán celebrarme
lustrar las calles
cortar las cintas de la memoria
y amarrado a la única mujer
que no se ha perdido en mí
me reiré con mi risa
que espanta moscas y tábanos
me reiré para ustedes
con ustedes
en sus cuerpos
porque habré retornado al fin
a lo obligatorio
a lo ineludible
a lo único que merece
al amor
al amor
al amor
de mi pequeño pueblo.

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