Allendistas sin Allende

Fesal Chain

El pueblo consciente y con memoria es el dueño de Allende, no los dirigentes que no están a la altura, no sus gobiernos de pacotilla que no transforman nada, no los dogmáticos, religiosos y sectarios que dejan a ese mismo pueblo afuera de toda conmemoración y sólo convocan a la élite y a los de siempre, no los flojos que pudiendo no estudian y no terminan sus procesos, llenándose la boca con la educación gratuita y de calidad y salen a marchar, para luego encumbrarse en los puestos del Estado, no los mediocres que no trabajan bien y con cariño, o sólo lo hacen por dinero, no los ladrones que le roban al Estado y a los campamentos y más encima le piden plata como pordioseros a los ricos de Chile incluido al yerno del criminal: "una monedita por el amor de dios", no los que viven en el privilegio y andan como canutos vociferando sobre los pobres, no los que le echan la culpa al mundo de las incapacidades propias.

Es el pueblo cotidiano que trabaja y que sufre todos los días el rigor de la injusticia el dueño de Allende. Y él, el compañero Presidente se encarna en los que viven inmersos en la realidad de los mayoritarios, en el trabajo y la cesantía, en la necesidad y en la carencia, en los mínimos logros o la supervivencia, en la austeridad y en el rigor, en los anónimos que no andan arrimándose al púlpito de los dioses, como aquellos que creen que ser de izquierda es fácil y solo requieren bautizarse como tales para luego vivir como el adversario y enemigo o en connivencia con los criminales. Esos, los allendistas sin Allende, los izquierdistas de la mera imagen y de la estética, los de la vociferación sin actos, esos, serán olvidados, como quien olvida la ropa vieja y apolillada.