Borrador 9 o la cubanía en Lina de Feria

Ahh Lina
Lina de Feria
te fuiste de tu Cuba
amada
y volviste a ella,
tu compañera de cárcel nos decía:
"Lina estuvo condenada a prisión
injustamente en los primeros años
de la década de los ochenta.
Yo, en los últimos.
En la cárcel Manto Negro
la recordaban
como una muchacha triste y callada” (1).
El hijo de Eliseo Diego
te describe en tu exilio:
"Me contó por qué la habían detenido.
Un día de 1981, Lina decidió pedir asilo político
en la embajada de México en La Habana
pero sabía que los custodios estaban allí
para impedírselo.
Lo pensó mejor:
se acercó a uno de ellos
y mirándolo a los ojos,
le dijo: “¡Mátame!”.
La condenaron al olvido".
Ahh Lina de Feria
No pudiste
sinceramente vivir ahí
tranquila
escribiendo
pausadamente
los derrumbados caminos del ser
cuando nos dijiste:
“toma el camino inverso/
que este conduce a la desesperación/
y hay una mutilada sombra/
en el rostro del pueblo/
que me mira pasar insomne/
como si cargara los arreos/
de una sincronía perpetua/
hacia los espacios vacíos”. (2)
pero no pudiste sinceramente
estar en otra parte
menos en Miami
tan tranquila.
Lina
Lina

la mujer
de ninguna parte
que en Manto Negro,
camino al policlínico,
"en la misma entrada,
estabas
(...) tirada bocabajo
en el piso,
y los que estaban alrededor
no te prestaban atención.." (3)
Lina
nos dijiste en tu martirio:
“Querían enloquecerme
y lo lograron”,(4)
y volviste
para ser premiada
y agasajada
por los mismos
que te
encarcelaron
y te hicieron mansa,
Lina
pequeña Lina
víctima de la historia
y de los crueles
buscaste el amor
aún en aquellos
que te odiaron
y en eso reside
tu miedo
locura
y sufrimiento...


II

(...) ya Milton lo predijo

el paraíso se acaba perdiendo siempre

y en la giba que crece

los ojos torturados de Caravaggio,

la cabeza pendiente

y Goliat en uno mismo

partido el talón de Aquiles

en un puñado de terrones y sueños.

la circunstancia es grave

la soledad enorme

persiguiéndonos. (5)



(1) Tania Díaz Castro
(2) La rebelión de los indemnes de Lina de Feria
(3) Presencia de Lina, por Teresa Cruz.
(4) Eliseo Alberto Diego.
(5) Fragmentos de Ante la pérdida del safari de Lina de Feria.



(*) Lina de Feria, poeta cubana. Entre otros reconocimientos, obtuvo en 1967 el Premio David por su poemario fundacional Casa que no existía, y el Premio de la Crítica Literaria en 1991, 1996 y 1997, por los volúmenes A mansalva de los años, El ojo milenario y Rituales del inocente, respectivamente.
Estuvo presa en la cárcel denominada Manto Negro desde 1981 a 1983. En octubre del año 2005, la escritora pidió asilo político en Estados Unidos tras cruzar la frontera con México. Meses más tarde, y después de hacer varias presentaciones, regresó a la Isla y dijo que "fue una tergiversación" la noticia sobre su exilio. De Feria había comentado en Miami el porqué de su decisión de abandonar la Isla: "fundamentalmente porque el libro último que escribí, El ángulo de los ocasos, era prácticamente impublicable en mi país. Ya estaba teniendo una objetividad frente a determinados problemas que impedían que mi lenguaje fuera exactamente como era antes: ahora es un poco más agresivo".

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