¡Sal, Neville!


Fesal Chain

Un café al atardecer
la música de Jorge González
los gatos rondando las piezas de la casa
la ventana que da al pasaje
y cuando comienza a anochecer
como si yo mismo fuese Robert Neville
en Soy Leyenda
los escucho ocupando las calles
a cierta hora no quiero deambular en el afuera
pero comienzan a gritar:
¡Sal, Neville!
¡Sal, Neville!
debo vencer el miedo
ya no soy un niño que pueda refugiarme
en algunos libros, en ciertos discos
o en algún gigante que los pueda aplastar como hormigas
sin embargo como dice Van Helsing
«la fuerza del vampiro reside en que nadie cree en él»
y en este país nadie cree en ellos, nadie
pero continúan gritando bajo las ventanas
de todas las casas:
¡Sal, Neville!
¡Sal, Neville!
en tanto la gente hace como que no existen
jugando en familia sobre la alfombra
o sobre sus camas
mientras termino mi café
y continuo escuchando a Jorge González
y ese murmullo gutural interminable
¡Sal, Neville!
¡Sal, Neville!




Entradas populares