Salir de aquí

Fesal Chain

Quizás es hora de decir adiós
de nada sirve la queja, ni el llanto, ni la rabia
claro, si tuviese mucho dinero, pero mucho
me compraría aquel castillo de piedras y osos
y miraría el mar o el bosque como en la novela
de Sandor Márai
y no tendría que deambular las calles
para que me observaran como el que no soy,
quizás es hora de decir adiós y así no enfermar
y caer al suelo como un viejo boxeador
al que se le vuela lejos el protector bucal
y su saliva estalla como gotas de lluvia,
decirles que no ha sido fácil
que ha sido mucho más cruento
de lo que saben,
quizás ha llegado la hora de marchar
de no insistir tanto y tanto
de caer de bruces pero sobre la evidencia
de mojarse la cabeza con agua
y no con sangre,
entender que los osos pardos no serán jamás
mis camaradas
que los abetos y el viento del mar
no llegarán a mis costas
esas que tengo como marejada en las sienes,
que la estación del tren no da para la espera
que mis palabras y mis cosas
no caben en ningún libro
y que jamás han tenido lugar,
que hacer morisquetas o caminar
sobre este trapecio imaginario
es una deuda antigua
más que mi nacimiento y aún más,
que hoy un niño entre mis brazos
me avisó el viaje futuro
susurrándome que había nacido
para continuarme,
y yo no quiero eso
pues no tendrá osos
no tendrá abetos
no tendrá bosques
ni castillos
y terminará huyendo
de todas partes,
porque el mandato está cincelado
en la piedra de una tumba
junto a la espada de acero:
"lo único
que debes hacer
es salir de aquí".




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