Cuando el sol se pone
Cuando el sol se pone,
escucho en el barrio
la historia del hombre que no podía pensar
en nada más que en aquella mujer,
estaba loco
le colocaban un libro abierto
frente a sus ojos
y veía el rostro de la mujer,
le hacían escuchar un disco completo
de marchas militares
y ella era el batallón, la banda
y los aplausos,
le colocaban un western
en un viejo reproductor VHS
y él veía sólo a aquella mujer
como la heroína, la mala, el jovencito
el caballo, la pistola, el muerto
la casa, la colina, el bosque,
realmente estaba obsesionado
hasta llegó a dormir bajo la lluvia
porque ella le dijo que lo hiciera,
bueno, este hombre le dio todo lo que tenía
que en realidad era bastante poco
sólo su orgullo, una cierta fingida dignidad
y una también bastante mentirosa dureza,
al fin de cuentas
le regaló su vanidad y una canción
que había compuesto en el bar de la esquina,
pero ella lo miraba de lejos
escudriñándolo como si fuese un hecho
una situación a resolver,
el pobre hombre no entendía nada
como en general los hombres no comprenden
intentaba aferrarse a ella,
pero se adhería una fría tristeza
que le helaba el pecho,
pues cuando un hombre ama a una mujer
en lo más profundo de su alma,
es el último en enterarse
de realmente cómo es
y cómo piensa y siente,
pues los ojos enamorados
nunca pueden ver.
