He tropezado con mi propia sombra

Fesal Chain
Para G.V. con amor

He tropezado con mi propia sombra
si lo sé
con mi propia sombra y lo sé
cuántas cartas habré de escribirle al padre
cuantas cartas a la madre
cuantas a la hermana
cuantas cartas al hijo
cuantas a la hija
pues yo he tropezado con mi sombra
y lo sé
en la cincuentena de años
buscando desesperado el amor
encontrándolo en el cielo y en el inframundo
encontrándolo en las alcantarillas y en las nubes
con toda esa gente y sus historias
pero en el camino
si he sido algo
si algo he sido
es un testigo
de todas esas vidas donde me he entrometido
en donde me he metido
hasta en los mínimos escondrijos
¿pero me he metido en los míos?
¿he descubierto mis propias alcantarillas y nubes?
sí, lo he hecho, me conozco
como la palma de mi mano
porque he buscado, he buscado
sin prejuicios
sin miedos
el amor que me debo y que les debo
y así ha sido
y he escrito lo que he querido
sin concesiones
sin censuras para ser el testigo
para entrar en sus cocinas, en su camas
en sus dolores y alegrías
nada me mueve sino el ángel
que despliega sus alas sobre el techo del mundo
que los acompaña y los inocula de su muerte
y de su no muerte
he sido el deforme y el más bello
he sido el oscuro en una celda
y el luminoso en una plaza
he sido el desesperado en hospitales
de la mayor insanía
y el esperanzado en partos de niños
que nacen con ojos bien abiertos
pero nada me ha sido dado
porque no he entregado lo suficiente
no he estropeado mi ropa
no he metido los pies y las manos más adentro
hasta sangrarme para ti
y aún no me leen como debieran
porque ustedes tienen un deber
y no lo saben
y es mirarse en el espejo de sus vergüenzas
de sus intereses
de sus odios y miedos
de sus penas y furias
y acá está el espejo
no lo eviten, no lo hagan
pues yo seguiré tropezando con mi propia sombra
con mi propia sombra y lo sé
escribiendo cientos de cartas al padre
a la madre
a la hermana
al hijo
a la hija
a la joven mujer aterrada del mundo
al joven que cae en la quebrada del ciego
al viejo que sabe que ha perdido su apuesta
a aquella que no ha conocido pasión alguna
pues yo he tropezado con mi sombra
en la cincuentena de años
buscando desesperado el amor
encontrándolo en el cielo y en el inframundo
encontrándolo en las alcantarillas y en las nubes
desde todos ustedes y sus historias
y he sido el testigo
de vuestras vidas donde me he entrometido
en donde me he metido
hasta en los mínimos escondrijos
aunque ustedes no cumplan con el único deber
y que es mirarse a sí mismos
como yo lo he hecho conmigo
y acá está el espejo.

Entradas populares